Parar, detener los pasos. Tomar plena consciencia de adónde vamos y qué queremos en nuestra vida. ¿Vives en piloto automático?.
“Uno de los deportes tradicionales de Alaska es la tala de árboles. Hay leñadores famosos con un gran dominio, habilidad y energía en el uso del hacha. Un joven que quería convertirse en un gran leñador, oyó hablar del mejor de los leñadores del país y decidió ir a su encuentro.
– Quiero ser su discípulo. Quiero aprender a cortar árboles como usted.
Él se aplicó en aprender las lecciones del maestro, y después de algún tiempo creyó haberlo superado. Se sentía más fuerte, más ágil, más joven, estaba seguro de vencer fácilmente al viejo leñador. Así, desafió a su maestro en una competición de ocho horas, para saber cuál de los dos podía cortar más árboles.
El maestro aceptó el desafío, y el joven leñador comenzó a cortar árboles con entusiasmo y vigor. Entre árbol y árbol, miraba a su maestro, pero la mayor parte de las veces lo veía sentado. El joven volvía entonces a sus árboles, seguro de vencer, y sintiendo pena por su viejo maestro.
Al caer el día, para gran sorpresa del joven, el viejo maestro había cortado muchos más árboles que él.
– ¿Cómo puede ser? – se sorprendió -. ¡Casi todas las veces que lo miré, usted estaba descansando!
– No, hijo mío, yo no descansaba. Estaba afilando mi hacha. Esa es la razón por la que has perdido”.
En una ocasión, Abraham Lincoln dijo:
“Dame seis horas para cortar un árbol y pasaré las primeras cuatro afilando el hacha”.
Cada vez son más personas las que se acercan al coaching porque han hecho un alto en el camino en el plano personal, familiar o profesional, para tomar consciencia de dónde están y sobre todo, hacia dónde quieren ir. Y a pesar de los tiempos de prisa y vértigo que vivimos, son capaces de cambiar la perspectiva de sus vidas y detenerse a “afilar el hacha”.
Este acercamiento al coaching se produce como coachees (quienes reciben coaching) o con la intención de iniciar un proceso formativo para certificarse como coaches (quienes realizan coaching). Pero ¿qué razones llevan a una persona a buscar esta formación? Las principales son:
-Salida profesional: Aquellas personas que quieran hacer del coaching su profesión, mejorando sus capacidades profesionales para trabajar tanto en organizaciones como emprendiendo una actividad profesional propia.
-Complemento profesional: Aquellas personas que deseen ampliar conocimientos de cara al desarrollo de su profesión. Todos aquellos profesionales que estén en contacto directo con las personas.
-Titulación certificada: Aquellas personas que detectan que el coaching es algo que llevan haciendo mucho tiempo y quieren ampliar sus conocimientos para ponerlos al servicio de los demás con el aval de la metodología.
-Crecimiento personal: Aquellas personas que están en un momento de sus vidas en el que han tomado la decisión de “regalarse” la experiencia de desarrollar su potencial personal, mejorar su autoconocimiento, su gestión emocional o afrontar nuevas etapas vitales.
Vivimos por impulsos, en piloto automático, dando prioridad a lo urgente en vez de a lo importante. Cada vez se hace más necesario parar, respirar, tomar consciencia y conectarse con “el aquí y ahora”, eso nos hará más eficientes pero, sobre todo, nos hará más sanos y aportará significado a nuestra vida.